APROPOL reclama un protocolo ante policías víctimas de abusos y acoso

abusos

Con la publicación de casos y el animo de las denunciantes, surgen vacíos que son alarmantes y tienen que ver con el tratamiento de las que exponen su situación.

Por Alberto Martínez

No salimos del tratamiento de dos recientes y ayer nomas se sumaron otros tres. Dos de ellos en la Comisaria 32da y otro en la Comisaria 26ta de la Unidad Regional II. Las victimas comparten perfiles y sus “atacantes” también.

Ellas son jóvenes, atractivas, mujeres, subalternas y subordinadas del denunciado entre otras. Ellos son sus jefes inmediatos, con mas años en la profesión, varones y con personalidades fuertes.

¿Que esta sucediendo?

Es bueno saberlo y hacia allí nos dirigimos pero es importante hacer conocer ademas la postura que las autoridades toman ante estos casos.

Las denuncias crecen y a excepción de muy contados casos esto no prospera, lo que le aplica una segunda agresión a la victima que es la de la indiferencia aun de otras mujeres policías. Hay lugares como la ex Asuntos Internos que según algunas de ellas nos contaban: “Fui y me atendió la oficial (Fulana) y me dio vueltas para tomarme la denuncia” que finalmente realizo porque esta le aviso que “La Fiscal estaba esperando esa presentación” y allí se abrió paso aunque hasta ahora sigue todo “peor que antes”, esto en LA 32.

En la 26ta el caso es similar y no hay freno según comenta y manifiesta que “al no tener amparo lo único que me quedaría es una Carpeta Médica” que es en verdad el ultimo reducto para refugiarse luego de haber atravesado todo.

En la mayoría de los casos al ser “rechazados o sentirse despechados” apelan a los recargos de servicios, cambios de horarios reiterados, llamados fuera de hora, citaciones ridículas, tareas impropias de la función, recargos y hasta el pase que llamativamente consiguen muy rápida y aceitadamente. Si se rastrean los pases de personal femenino se tendría una magnitud de lo que hablamos.

Las justificaciones que ensayan los denunciados también son recurrentes y aluden a la moralidad de las denunciantes, su estado mental, una mala interpretación de un gesto afectivo, etc. Ni hablar de los que niegan incluso las grabaciones y otras pruebas acreditables mas allá de la versión de la otra parte.

La situación es difícil y lo dicen sin tapujos: “O te sometes o tenes problemas” y esto se verifica incluso en algunas pocas causas judiciales conocidas públicamente.

Ate este panorama es URGENTE que se establezca o si existe se haga conocer a la fuerza sobre quien debe actuar ante estos casos y que medidas se deben tomar en especial con la victima o denunciante que luego de denunciar a su jefe debe volver a trabajar allí mismo y a su merced.

APROPOL vuelve a reclamar un protocolo ante policías victimas de abusos y acoso y advierte que no nos temblara el pulso para publicar las denuncias penales que se han radicado si las compañeras así lo piden. Están avisados.

APROPOL Noticias

 

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